09 agosto 2017

Día 17: Mecánicos en Warnes y una vigilia productiva - Blog de Viaje por Argentina

La libreta de viaje dice que el 26 de Enero fue un día intenso, que empecé temprano y llegué al taller del tío para limpiar los discos de música clásica, de los cuales hablé en el “Día 7: diarrea de cosas antiguas”. Estuve toda la mañana con ello, esos discos deben tener unos cincuenta años. 

Tal vez a usted lector no le interese, pero para mi fue un pequeño hito ir con mi tío mecánico a buscar un repuesto a la famosa Avenida Warnes. Esa avenida es “la calle de los repuestos”, una especie de shopping para los arregla-coches y amantes del motor, la “famosa calle Warnes”, donde seguramente funcionen tugurios diversos para los mecánicos más cercanos a Rápido y Furioso (Fast and Furious... A todo gas?), esos muchachones simpáticos que se sientan a una mesa a hablar de mujeres y jugar al póker.

Como sea, del mostrador hacia fuera son mecánicos amigos, viejos conocidos con dos opciones:
1- Se saludan al paso y ambos piensan en silencio: “Recuerdo cuando lo vi vendiendo un Renault casi fundido... no es buena junta, siempre buscando una ventaja”.
2- Se distinguen a una distancia de cinco metros, abren los brazos y anuncian el nombre del mecánico con quien se acaban de topar (¡Que haceeeees Toniiii!) porque les trae buenos recuerdos: “Pensar que trabajamos juntos algunos años a principios de los noventa, es increíble como pasa el tiempo...”

En fin, Warnes es sinónimo de automóvil, carrocería, parte, repuesto; pero también de encuentro, charla, intercambio, chismes e incluso algún abrazo.

Mañana, 27 de Enero, tenemos un viaje por delante. Largo, camino al sur de Argentina. Hice el ckeck-in de los vuelos domésticos. Vamos rumbo a Bariloche. He tomado muchos vuelos entre Inglaterra y España, y algunos a otros puntos de Europa, pero nunca dentro de Argentina. Tengo una extraña sensación, quiero saber cómo serán los aviones de Aerolíneas Argentinas, quiero ver al pilota, las azafatas, el aeropuerto...

Pero antes vamos a la casa de la abuela y el abuelo, al otro lado de Ramos Mejía. Comimos unos sándwiches que todavía, casi un año después, recuerdo.


Volvimos a la 01:00 am. A las 04:30 am teníamos que levantarnos. Nair se fue a dormir, pero yo me quedé terminando un artículo para la revista NOIR llamado “Sobre la búsqueda de Dios y la Ley de correspondencia”. Cuando leo el artículo recuerdo ese momento de revisión bajo vigilia. Me encanta este texto, se los comparto. Un abrazo amigos.


Sobre la búsqueda de Dios y la Ley de Correspondencia
Artículo publicado en NOIR Número 14. Febrero 2016

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
Ajedrez -Jorge Luis Borges
Escribía Ana María Moix en su cuento Redacción* una interminable serie de eventos que tenían lugar dentro de otros eventos que los cobijaban. Valga una definición de la mismísima vida, si se quiere. El caso es que estos eventos eran, en sí mismos, el mismo tipo de suceso al cual estaban dando cobijo.

Entonces leemos las reflexiones del pequeño Martín Torca, donde el hecho de imaginar el planeta tierra puede significar que, visto hacia atrás, el mundo en el cual Martín Torca se encuentra es imaginado por otro ser, tal vez otro niño gigante, y éste a su vez imaginado por otro y así, en una búsqueda sin fin del imaginador -o mundo- primero. Aunque también a Martín Torca le marea la progresión hacia el otro lado: aquel mundo que él imagina tal vez contenga seres minúsculos que a su vez imaginan otros mundos más minúsculos.
El niño lleva razón, buscar a Dios cuesta horrores.
Alejandro Dolina* hizo referencia en su programa de radio a un pequeño texto que él había escrito a fines de los años setenta, donde una persona decidía filmar la totalidad de su vida. La idea de poder rememorar cualquier instante en cualquier momento era aceptada con agrado por los amigos próximos al protagonista, y cada quien pretendía hacer lo propio con su propia vida, llevando adelante una especie de sociedad o instituto de filmadores y filmados. Ocurría entonces que los filmadores de vidas, es decir aquellos portadores de las cámaras, también querían que sus vidas fueran filmadas, y así se hacía. Al fin, cada quien filmaba al prójimo y las vidas de las gentes consistían en ser filmadores de las vidas de los demás, con la insistente pregunta pujando por detrás del cuento: ¿quién está filmando al filmador primero? (Nota: aquí se ve la profunda influencia que ha tenido Borges en Alejandro Dolina)
Hermes Trimegisto fue un personaje importante en el antiguo Egipto, tanto que cuando murió lo nombraron Dios y así fue tomado por las generaciones que siguieron. O tal vez siempre había sido un Dios, y le fueron atribuídos algunos escritos en el medioevo con el florecimiento del esoterismo y, justamente, del hermetismo. Sea como fuere, se le atribuye la organización de una serie de leyes universales, no provenientes del deseo de dictar un orden, sino desde la reflección sobre la experiencia. Es decir, una serie de ideas y conceptos de lectura simbólica y esotérica, que ofrecen claves para entender el funcionamiento de las cosas. Una de esas leyes es la Ley de Correspondencia: "Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba."*
Los refutadores fanáticos marcarán una sonrisa burlona en este punto del artículo, pero normalizarán su rostro al comparar el supuesto esquema de un átomo en aquellos manuales de la escuela, y el dibujo del sistema solar y planetario. El heliocentrismo y el funcionamiento es similar, porque como es arriba, es abajo... etcétera.