22 octubre 2016

Día 0: El viaje que cambió mi vida - BLOG / Argentina / Victor Montero

He tenido la suerte de realizar algunos viajes largos, pero es probable que haya sido el último el más importante, puesto que había algo que sentía que me faltaba. El espíritu.

Se pueden explicar varias cosas, comenzando cuando por un Victor adolescente que se mudó a España con la familia. Los que se quedan* no suelen comprender el sufrimiento de los primeros dos años, que es un sufrimiento espiritual, y que bajo la intensa "obligación de estar uno bien" en el nuevo lugar, no suele repercutir en un sufrimiento físico sino hasta más tarde. 

Sea como fuere, es muy duro el desapego emocional pero luego se diluye, o eso es lo que se queremos creer los que lo sufrimos. De cuerpo estamos geniales, saliendo a bailar, haciéndonos muy los argentinos. La procesión va por dentro.

Por eso viajar a Argentina me causaba emoción, pero no quería desenfundarla en una etapa previa al viaje. Tuve mis momentos de bailar en una pata y recibir sentidos abrazos, claro, pero nada resultó como lo esperaba.

No contaré en este BLOG las vivencias en cada uno de los días en Argentina, sería un acto bastante horrible, pero sí que esbozaré lo que esos días me ofrecieron haciendo lo que conozco; escribir.

He ido al país del sur del mundo a reconocer a la gente y la vida me abofeteó con desengaños e ilusiones. Esa es la verdad. Econtré amigos que se transformaron en conocidos, y desconocidos amigos. Pero el corazón bombeó fuerte y sano, el espíritu vibró de nuevo.

Porque aquí donde vivo (Reino Unido) puede cultivarse el intelecto, sí. Es posible la estabilidad económica, también. Puedes ser el macho alfa del mundo si hipotecas tu vida y se te antoja, pero yo soy escritor y lo que guía a un escritor es una mano invisible, que se dirige allí donde las cosas no están totalmente hechas. No se escribe El Quijote sobre El Quijote*.

Argentina es una niña adolescente sentada en el patio, con una página en blanco e infinidad de colores para elegir. Pasa un viento, la página le tiembla en la mano pero no importa, ella sabe que siempre se puede dibujar. Esa es la verdadera Argentina, no es asado, ni dulce de leche, ni alfajores, ni patrañas.

Quedó mi espíritu anclado en mares remotos, esperando a alguien que no era yo. Aquel Victor partió con su mochila de juicios y complejos en búsqueda de aventuras, y vaya si encontró la aventura de la soledad, la aventura más dura de todas.

"Voy a dar una vuelta y vengo" es la frase más falsa inventada jamás. Diez años lo corroboran. En el camino solté todo lo que tenía, lo tuve que vomitar.

Nadie es la misma persona ahora que antes. Pero me tembló la piel al sentirme en casa, en el lugar donde nací. En el mejor de los casos, soy ahora aquel a quien mi parte olvidada allí esperaba desde hacía tanto tiempo. Entonces habrá que dibujar, con confianza, pues la vida se abre paso como un torbellino y nos lleva en andas, y si de algo estoy totalmente seguro es que no perderé a mi espíritu otra vez.


*Silvina Garré. Casi una zamba.
*Jorge Luis Borges. 1944. Pierre Menard, autor del Quijote.

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