03 julio 2017

Día 11: Mate y cháchara - Blog de viaje por Argentina

Photo from victormontero.net/blog
La mañana comenzó con mate y cháchara*. Sentados a la sombra de un Eucaliptus (¿O Eucalipto?) con los tíos de Nair, comiendo galletas Pepas luego de diez años, viendo a las hormigas negras trepar en el pasto.

–No parece gran cosa – podrán decir.
–Sólo porque ustedes no estaban allí – diré yo.

Sea como fuere, es mejor aclarar rápido este hecho inequívoco: el segundo día en Mar del Plata ya traía una paradoja. Si bien nos guarecíamos en su campo (reitero, Mar del Plata tiene campo) sabíamos que había que ir sí o sí a la playa. Al menos dos minutos, a lanzar una piedra nomás. Es una obligación moral que puede agrandar su peso si empiezan a correr los días; uno no va a un lugar costero para evitar el mar y la arena.

Se lo habré pedido con fuerza al destino, no lo sé, pero vino María, amiga de la infancia de Nair, y después de tomar mates en el parque de su casa los tres fuimos a la playa.

Al principio pensé que iríamos al centro del centro de las playas, donde Moria Casán se enjuaga en bañador y son ya legendarias las quejas acerca de “el poco lugar que hay debido a ciertas sombrillas que maneja una especie de mafia que opera en la arena”. Pero no. El pequeño coche se adentró en una calle de tierra, pozos y piedras durante una buena media hora. De vez en cuando –si el polvo amainaba– hasta se veía un poco el camino.

Ya se sabe como es esto, los pasos vecinales y atajos que sólo conocen los lugareños siempre llevan a un paraje recóndito, lindo y tranquilo. Es una regla del turismo internacional.

No me metí al agua. El Océano Atlántico estaba congelado. Nair dice que soy un friolento y un cagón; para mi era demasiado.

A la tarde nos encontramos con Nadia, una gran amiga de Nair y tomamos mate durante muchas horas hasta entrada la noche, comiendo galletas de alta extrañeza.

Habrán notado que tomamos mate tres veces (o más) en el mismo día, durante mucho tiempo y con diferentes personas. En vez de renunciar al vicio, llevábamos pastillas de carbón en el bolso. Lo que son las cotas incoherentes donde puede arribar un ser humano emocionado.

Estoy leyendo ahora mismo lo que escribí en el diario de viaje aquella noche: << ¿Serán “tomamos mate” las dos palabras que más se van a repetir en este maldito diario? >>

VM

*Cháchara: Charla informal

Esta es una entrada de mi BLOG de VIAJE

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