Así despertamos; rotos.
Decidimos
quedarnos en lo de la abuela. Tras el día anterior
(cerveza - viento - ventilador - calor - mosquito - deporte - calor - cerveza - deporte - gaseosa - viento,
en ese orden) mi garganta estaba destrozada. Liberamos la mañana y
el mediodía al placer del aire acondicionado. Hay cierto problema sobre todo en
Buenos Aires con el aire acondicionado.
Hay unas ganas incesantes de
encenderlo y sobrevivir, pero también una solidaridad tácita que es
hija de saber que "cuantos más artefactos encendidos haya, mayor es
la chance de que se corte el servicio eléctrico." En ese caso, no
quedaría ni agua fresca en el refrigerador.
En Dorking, el pueblo británico
donde resido, están procurando obtener el planning permition
(permiso de plan) para construir un edificio bajo con un sistema de
carga y almacenamiento de energía en baterías, ideado y diseñado
para, justamente, tener el extra necesario de carga energética
llegado el caso. Cuando un inglés me estaba explicando cómo lo iban
a construir, una de sus oraciones fue: “... and then you'll have
enought energy to save the sudden drop off when the whole town press
the button at the same time; like in your country, you know...
electrics goes off... but you guys need like “right now” some of
this battery storage in Argentina.”
Traducción: “... y entonces tendrás
suficiente energía para salvar la caída repentina cuando todo el
pueblo aprieta el botón al mismo tiempo; como en tu país, sabes...
la electricidad se corta... pero ustedes muchachos necesitan “ahora
mismo” algunos de estos almacenes de batería en Argentina.”
El tipo sabía exactamente lo que pasa
sobre todo en el verano. Pero por suerte eso no sucedió hoy, así
que recién por la tarde y cuando el sol aflojó decidimos que
podíamos hacer algo. Cortamos el pasto.
Al rato vino mi tío con mi prima y
empezamos a hablar de fantasmas y apariciones. Ah... a mi juego me
llamaron. Una mujer de blanco en el cementerio, un niño perdido
entre las tumbas, anclajes energéticos en una Chevy argentina como
en el caso del coche maldito de James Dean... ¡en mi salsa!
Photo by Bettmann/CORBIS |
Blog de viaje por Argentina
Día 16
Ramos Mejía, Buenos Aires
2000° C